La varilla corrugada y su importancia en la arquitectura moderna en México

Publicado: 8 julio, 2016

En una publicación anterior hablamos de algunos de los edificios más importantes que se han fabricado con acero alrededor del mundo. El día de hoy haremos un ejercicio parecido con las construcciones que se han llevado a cabo en  México en los últimos años.

Este panorama nos permitirá ver de manera mucho más tangible el enorme crecimiento que ha tenido la industria y el uso de la varilla corrugada en nuestro país. Sobre todo, por su flexibilidad para adaptarse a una gran variedad de proyectos arquitectónicos, pues al menos uno de los edificios que mencionaremos aporta una nueva visión de cómo transformar el espacio arquitectónico a través de los edificios y cómo se construyen, rompiendo con ideas convencionales o preconcebidas sobre la construcción, colocando a nuestro país en la vanguardia de este sector comercial.

Sin duda, estás nuevas disposiciones revitalizan nuestro nicho, ya que generalmente se ve el trabajo de la construcción inmobiliaria como una industria rígida, bastante alejada de la parte creativa, lo cual puede llegar a ser una afirmación inexacta. La creatividad no sólo consiste en determinar la manera en cómo se va a ver tal o cual edificio, sino de su inserción en un ciudad así como los métodos de construcción que se utilizaron para alcanzar la finalización del proyecto con éxito. Las siguientes construcciones lo demuestran.

No es raro que iniciemos este conteo con un edifico ubicado en Monterrey. Después de todo, se trata de una de las ciudades industriales más importantes del país, con una de las economías más sólidas y prósperas. La Torre de Gobierno de Monterrey, también conocida como Torre Ciudadana, es uno de los complejos gubernamentales más ambiciosos de toda la región.

Un rascacielos dedicado en su totalidad a la atención de los ciudadanos.  La sofisticación del mismo es tal que los elevadores recorren al menos 6 metros por cada segundo. Y sin duda, se necesita de esa potencia para recorrer los 180 metros que lo conforman. Los principales materiales que se utilizaron para su construcción fueron el hormigón y el acero. Cuenta, además, con un sistema inteligente de luz, lo que le permite ahorrar energía eléctrica.

No podemos hacer un listado de este tipo sin mencionar la Torre Latinoamericana, uno de los edificios más emblemáticos del Distrito Federal y que durante mucho tiempo fue el representante más importante de la modernidad en el país, además de ser una de las primeras construcciones de su naturaleza en toda Latinoamérica.

Ubicado en el corazón de la ciudad, la Latino como también se le conoce es un complejo de oficinas y establecimientos que también cuenta con un mirador desde el cual se puede obtener una vista privilegiada de toda la ciudad. Al estar ubicado en una zona sísmica, sus estucturas fueron diseñadas para resistir sismos de gran impacto. Esto se logró gracias al uso de materiales parecidos a la Losacero y la varilla corrugada.

El Distrito Federal siempre ha contado con una infraestructura muy particular que la hace destacar inmediatamente como una capital sumamente rentable no sólo a nivel comercial sino también, cultural. Cuenta con el mayor número de museos en todo el mundo, y si bien la mayoría de ellos se encuentran ubicados en edificios coloniales, también ha sido la oportunidad perfecta para llevar a cabo construcciones arquitectónicas innovadoras.

En este caso quisiéramos hablar del Museo Soumaya ubicado en Plaza Carso. La forma cóncava resulta tan llamativa que no hay habitante que no lo reconozca. Uno de los elementos más llamativos son los exteriores hexagonales que encajan perfectamente con los otros edificios que se encuentran ubicados en Polanco. Sin embargo, estos motivos hexagonales no sólo tienen una función estética: entre los espacios que hay en cada uno de ellos se captura la energía solar con la que trabaja todo el museo.

Finalmente, vamos a cerrar este recorrido con un proyecto de construcción bastante interesante que se llevó a cabo a las afueras de Oaxaca. No se trata de un rascacielos pero sí es un buen ejemplo de arquitectura moderna que en lugar de eliminar edificios anteriores busca el restablecimiento de viejas estructuras modificándolas para que sean atractivas para el turismo, pero al mismo tiempo se complemente con la comunidad. Estamos hablando del Centro de las Artes San Agustín o CaSa ubicado en la población de San Agustín Etla.

El pintor Francisco Toledo fue el principal impulsor del rescate del mismo: una vieja fábrica textil y de papel que había quedado abandonada por muchos años. Con muy pocas intervenciones en la estructura original, se usó varilla corrugada para reforzar los muros y la creación de otros espacios.

Principalmente se concibió como un lugar en donde se realizaran exhibiciones o muestras artísticas variopintas, pero al final al proyecto se le unieron talleres de cerámica, grabado y otras artes visuales, así como un Kínder al que podían asistir los hijos de los pobladores y los trabajadores. Para cerrar con broche de oro, cada uno de los talleres opera con energías sustentables y llevan a cabo diversas estrategias de desechos responsables para no crear impacto en la zona.

Como podemos notar, la construcción sigue cumpliendo su función vital: solucionar los problemas habitacionales de distintas sociedades, adaptándose a las necesidades de las mismas. Es ahí donde radica el mayor valor que nos puede ofrecer la arquitectura bien aplicada, es decir, conocer profundamente el lugar en donde se va a llevar a cabo el proyecto y en lugar de cambiarlo para que se parezca a otro o sea más urbano, corresponder con las necesidades de su contexto.

Esta pequeña muestra sólo es un ejemplo superficial del poder arquitectónico de nuestro país y estamos seguros que seguirá creciendo en los próximos años.

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