Para evitar que la humedad, ruidos molestos y cambios súbitos de temperatura afecten el interior de los edificios, se recomienda trabajar con aislantes térmicos y acústicos flexibles, resistentes y acordes a las necesidades particulares de cada construcción. Existen distintos materiales y algunos ofrecen las mejores prestaciones, entre los que destacan los aislamientos de lana mineral y lana de vidrio. Algunos los confunden, pero poseen diferencias notables que es importante reconocer.
En realidad, ambos poseen propiedades muy similares y actúan de igual forma, no obstante, tienen notables diferencias tanto los materiales usados en su fabricación como sus formatos, que potencian sus ventajas según la superficie donde se apliquen. Las diferencias son las siguientes:
Se obtiene al combinar vidrio reciclado con arena y fundir la mezcla a altas temperaturas. Destaca por ser 100% reciclable y asequible, en comparación con otros aislantes térmicos. Se adapta bien a cualquier superficie, especialmente cuando es comerciado en rollos de color amarillo, que son muy manejables. Es necesario combinarla con otros materiales para brindarle consistencia, por tal motivo, debe instalarse por profesionales. Cabe agregar que es ampliamente usado para aislar viviendas y naves industriales.
Es también conocida como lana de piedra y se obtiene al mezclar y fundir varias materias primas naturales hasta que se produzca un cristal que, posteriormente, se convertirá en la lana. Pueden obtenerse otros productos con este material aislante, como la arena de lana mineral, usada como aislante acústico en interiores, blocks y cubiertas de placa de yeso laminado, que reducen considerablemente las reverberaciones de ruidos en construcciones.
Al igual que el aislante térmico MBI, que brinda muchos beneficios, su instalación es rápida y sencilla, además se adapta bien a cualquier superficie, por lo que es uno de los materiales más demandados.
Puede afirmarse que ambos materiales son muy similares en sus beneficios, por lo que muchos expertos dedicados a la venta de elementos estructurales, como el galvatecho, los usan indiscriminadamente. Cualquiera que sea su opción, percibirán los siguientes beneficios:
La elasticidad de la lana de vidrio la vuelve un excelente aislante acústico, ya que puede amortiguar y disminuir al mínimo cualquier tipo de sonido. Por otra parte, la naturaleza filamentosa de la lana mineral reduce las ondas y reverberaciones, lo que lo convierte en un excelente atenuador acústico.
Ambos brindan buena protección contra el calor, frío y los cambios bruscos de temperatura, además aseguran la comodidad en interiores por ser fabricados con materiales de baja conductividad. Por tal motivo, están entre los mejores aislantes térmicos en el mercado de la construcción.
Ambos son fabricados con materiales reciclados, por lo que su inclusión permite obtener certificaciones de sostenibilidad, como LEED. Esto vuelve a ambos aislantes térmicos una inversión inteligente para su construcción.
Según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), son materiales no cancerígenos. Incluso, los fabricantes de las lanas minerales operan con certificación que aseguran la salud humana.
Brindan ahorro energético y eficiencia
Los aislantes de lana mineral y lana de vidrio ayudan a disminuir considerablemente los gastos en aire acondicionado y calefacción, lo que es crucial para lograr ahorros energéticos mensuales durante las temporadas con temperaturas extremas.
Ambos fungen como barrera contra la humedad, además no la retienen, por lo que brindan alta resistencia a esta. La lana de vidrio es un excelente repelente del agua, por tal motivo, disminuye los problemas de condensación y se mantiene sin alteraciones ante las filtraciones de agua pluvial. Por otra parte, la lana mineral es también un buen aislante, debido a sus propiedades hidrófugas que la vuelven resistente al agua. No humedece, lo que evita la proliferación de hongos, moho y microbios.
Se trata de materiales ignífugos y resisten ante temperaturas elevadas. Si ocurre un incendio, retrasa la propagación del fuego sin causar humos nocivos. El tipo de protección contra el fuego que brindan es pasivo, lo que permite aumentar la seguridad.
La lana mineral, más allá de la vida útil de la obra donde se coloque, mantiene sus propiedades, es decir, no se degradan, por lo que pueden resistir hasta cinco décadas.
Ambas lanas son útiles en proyectos comerciales, industriales y residenciales, además funcionan muy bien en techos, muros, exteriores y suelos interiores.
Lograr un buen aislamiento en cualquier construcción de manera eficaz mediante la colocación de cualquiera de ambas lanas, mejorará la vida útil de su propiedad, no obstante, es importante adquirirlas con expertos y que ellos se encarguen de la instalación. En Soliacero encontrarán lana mineral de calidad y otros aislantes a excelente precio.
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