Si planean recubrir su vivienda o negocios o remodelarlo con una lámina acrílica que sea resistente, colorida, estética y de bajo costo, opten por la lámina de policarbonato celular. Es una excelente opción para cualquier tipo de construcción, sin embargo, debe colocarse adecuadamente por manos expertas para garantizar su durabilidad y percibir todos sus beneficios. Si les convence este producto y desean conocer el proceso de instalación, continúen con esta nueva entrada de nuestro blog.
Antes de abordar el tema principal, vale la pena que conozcan este material ampliamente usado en el mundo de la construcción. El policarbonato es semi rígido y muy ligero, además se mecaniza y curva en frío para obtener láminas acrílicas de alta calidad para construir techos. Está diseñado para resistir impactos y altas temperaturas, por tal motivo, se utilizan ampliamente para manufacturar puertas corredizas, cubiertas, claraboyas, invernaderos, cerramientos, entre otros.
Para cortarlo se utilizan sierras de calar y es más resistente que el cristal y el metacrilato, un material ampliamente usado para fabricar la lámina acrílica. La industria de la construcción y diseño de interiores lo ha adoptado debido a su flexibilidad y ligereza, además su facilidad de manipulación. Puede fabricarse en varias tonalidades sin perder su característica transparencia y en distintos acabados, como un acabado difusor de luz tipo glasé.
El policarbonato celular es también conocido como makrolon y presenta excelente brillo y transparencia (80% en policarbonato transparente y 20% en policarbonato hielo). Para producirlo en lámina, los fabricantes utilizan una placa con un espesor similar a las placas de cristal y metacrilato; sin embargo, es tres veces más ligero que las láminas de acrílico para techo de metacrilato y seis veces más ligero que el vidrio.
Puede soportar temperaturas que oscilan entre -40 a 120°C y actúa como aislante térmico y acústico. Es ideal para instalaciones donde se busque resistencia ante las llamas, debido a que, ante el fuego, se derrite en lugar de encenderse. Proporciona excelente transmisión de luz con protección ultravioleta y posee alta capacidad de carga. Por ejemplo, una placa con un espesor de 16 mm soporta 4 kg/m2. Por todas las razones mencionadas, vale la pena recubrir sus instalaciones con láminas de policarbonato celular.
El policarbonato celular es uno de los laminados plásticos más versátiles, no obstante, es importante ser detallado durante su instalación para evitar problemas, como daños en el material y filtraciones, además lograr que el área recubierta sea cómoda y estética. El proceso de instalación deben realizarlo expertos e implica una serie de pasos que mencionaremos a continuación.
Las láminas se almacenan en sitios cerrados y se evita exponerlas a la radiación solar para que la película protectora no quede adherida por completo a la lámina, lo que puede derivar en daños difíciles de reparar. Son también aisladas de otros agentes externos, como la lluvia, el polvo, la contaminación, entre otros.
Todos los expertos entregan las láminas de policarbonato celular con una película protectora por ambos lados. Dicha película es plástica y tiene letras impresas, además los fabricantes no la retiran hasta culminar la instalación. Permite identificar la cara que posee protección contra la radiación UV. En el caso de las películas sin letras impresas, pueden retirarse antes de instalar la lámina.
Para realizar los cortes, se mide y marca la lámina en ambos lados y, posteriormente, se traza una línea de corte. Se coloca después una regla guía sobre esa línea para facilitar el proceso. El corte suele hacerse con un cúter o una navaja y se realiza en ambas caras de la lámina acrílica. En caso de manejar espesores menores de 16 mm, puede utilizarse una sierra de diente fino. Utilizan también una aspiradora o aire a presión para quitar el polvo y los residuos del material de las celdas.
Los canales o celdas son colocados de forma vertical para asegurar el drenaje del agua derivada de la condensación. La pendiente mínima aplicada es del 10%. Los laminados de policarbonato pueden formarse en frío a distintos radios, lo que se realiza en el sitio de la instalación con las dimensiones correctas. Los expertos evitan sobre tensar el laminado y, durante la instalación, aplican el doblado mínimo recomendado por los fabricantes. Tampoco arrastran el laminado para mantener a raya los daños severos e irreparables.
Se coloca la cinta doble contacto sobre la estructura, lo que permite la fijación de las láminas acrílicas para techos. No suele perforar el policarbonato, únicamente cuando es indispensable. En caso de perforar, se utilizan brocas con buen filo y se deja un espacio mínimo de 10% para la expansión, además se evita taladrar a menos de 4 cm de la orilla.
Suelen usarse tornillos de acero inoxidable o galvanizados, además, al colocar los tornillos, no se aprieta el laminado más allá de su superficie. Los expertos también utilizan botones de policarbonato para fijar la lámina y, tras la perforación, utilizan una aspiradora o aire a presión para eliminar los residuos del material de las celdas.
Las cintas temporales de las orillas son retiradas y reemplazadas con cinta de aluminio en la parte alta de la lámina, y se usa cinta ventana en la parte baja para evitar la filtración de polvo y suciedad y asegurar un buen drenado de la condensación. En el caso de un arco de cañón, la cinta ventana es colocada por ambos lados. Se utilizan perfiles de aluminio o policarbonato para fijar la lámina perimetralmente y se evita el PVC como empaque.
En el caso de las uniones longitudinales en curvo, puede usarse un perfil de aluminio o un perfil H de policarbonato. Las orillas expuestas son rematadas con un perfil J de aluminio o un perfil U de policarbonato. Los expertos también taladran pequeños agujeros de 30 cm en el perfil para que la condensación en el interior del laminado sea drenada.
Los instaladores evitan mastique y adhesivos y utilizan únicamente sellador curado neutro base alcohol, que es ideal para policarbonato. Conocen bien que no deben usar sellador oxìmico o neutro acético. Tampoco sellan las celdas o canales de forma hermética y procuran que el cordón de sellado abarque al menos 1 cm. Saben que el policarbonato celular posee una dilatación distinta en comparación con otros materiales y calculan el movimiento de la hoja mediante fórmulas que solo conocen los expertos.
Al finalizar, sugieren algunas recomendaciones de limpieza. Por ejemplo, sugieren usar soluciones de jabón neutro sin disolventes no abrasivos para las limpiezas regulares, además usar gasolina o alcohol con enjuagues abundantes de agua para quitar las manchas de grasa.
Para una limpieza regular se puede utilizar una solución de jabón neutro que no contenga abrasivos o disolventes. Para eliminar las manchas de grasa se utilizará alcohol o gasolina, enjuagándose con abundante agua. Los pasos enlistados parecen sencillos; sin embargo, hay algunos detalles imprevistos durante la instalación que únicamente pueden solucionar los expertos, por lo que es importante solicitar su ayuda y evitar realizar la colocación por cuenta propia.
Si desean láminas de policarbonato celular de alta calidad u otros productos, por ejemplo, la lámina acanalada de acero, comuníquense al (595) 688 5470, llenen el formulario disponible en nuestro sitio web o visítennos en Cresencio Sánchez Lt. 21 Texcoco, Edo. de México.